Antes de juzgar, ponte en su lugar.

Un inmigrante es una persona que llega a un país distinto de su lugar de origen para establecerse en él temporal o definitivamente, normalmente por consecuencias económicas o sociales.

Normalmente cuando llegan al nuevo país, no reciben un buen trato, si no, que creemos que vienen a quitarnos nuestro trabajo y nuestro dinero. Sin embargo, ese pensamiento es el que nos quieren inculcar a la sociedad, pero no es la realidad.

Son nuestros/as vecinos/as, amigos/as, compañeros/as, etc los que se sirven de esta situación para beneficiarse de ellos; y no nos damos cuenta que la persona que viene de fuera no viene con la intención de quitarnos nada nuestro, si no, que viene a buscar un futuro y una estabilidad como la que nosotros/as ya tenemos. 

En estos casos, deberíamos pensar como nos gustarían que nos trataran a nosotros/as si por motivos personales debemos mudarnos a otro país. Todo/as sentiríamos un vacío y una tristeza por tener que dejar atrás nuestro país, familiares, amigos/as, etc; y si a eso se le añade el mal trato y la discriminación en el nuevo país al que vas para poder tener una vida estable, nos sentiríamos aún peor. Por eso, siempre hay que ponernos en la situación de la otra persona, y darnos cuenta que nuestra vida no ha cambiado. Sin embargo, para esas persona están comenzando de cero y lo único que necesitan es apoyo y compañía.

Con esto quiero haceros ver que no todo el mundo es lo que parece, y antes de juzgar a una persona por lo que os digan o penséis, debéis conocerlo/a y saber la situación por la cual hacen lo que hacen. Y llevando esto acabo, estaremos un poquito más cerca de la igualdad social.

Fuente: Pixabay